Alumno prevenido

Hace tiempo trabajaba con un grupo de licenciatura en modalidad semiescolarizada, recuerdo que éramos 4 asesores los que atendíamos el semestre, en la fiesta decembrina los grupos acostumbraban a organizar una comida con sus asesores antes de salir de vacaciones, en esa ocasión así lo hicieron, un compañero maestro asesor de otro grupo que no organizó festejo fue invitado a convivir con mi grupo.

Recuerdo que un alumno de mi grupo cuestionó a su compañero que había invitado al maestro del otro grupo diciéndole: Oye, ¿Porqué invitaste al maestro del otro grupo si él no nos da clase?

El alumno cuestionado respondió inmediatamente muy ufano: ¡¡Pero nos puede dar el siguiente semestre!

Señalando el ocaso

En cierta ocasión mientras me dirigía a impartir clase a un grupo de licenciatura, me alcanzó un compañero y me hace la siguiente pregunta:

-Oye Jorge, ¿Cómo le haces para ir a clase con esa mirada de satisfacción en tu rostro?

Entonces señalando el sol que se ocultaba tras la sierra madre oriental me dijo:

-Yo ya estoy allá, como ese sol en el ocaso.

Nos despedimos y continué mi camino hacia el aula donde me esperaban mis alumnos.

Mi amigo me hizo recordar la sentencia de Og Mandino: A veces cuando una persona muere, deberían poner una inscripción en su lápida que diga: "Murió en el año de 1980 y fue sepultado en el año 2019"

El terreno pantanoso

Cursábamos el séptimo semestre en la universidad y nos habían invitado a un compañero y a mi a trabajar con un grupo de aspirantes a la licenciatura en ciencias de la educación, ya en grupo con los aspirantes el tema en boga era "La teoría de la dependencia" y el compañero emocionado empezó a citar algunas frases del sociólogo ecuatoriano Agustín Cueva en torno a la teoría de la dependencia latinoamericana.

Llegó un momento en que empezó a hablar de lo complicado que era entender la teoría sin los referentes adecuados y sentenció a los alumnos con palabras rimbombantes:

-"De no conocer los referentes de la teoría de la dependencia latinoamericana, la discusión los puede llevar por terrenos pantanosos en los cuales difícilmente van a poder transitar"

Al finalizar su intervención preguntó a los alumnos si tenían alguna observación o comentario al respecto de su charla y al fondo un alumno dijo: No entendí nada profe, sólo la parte donde nos habló de los pantanos.

El hábito y el artículo 3°

Estudiaba en 4° grado en una escuela rural unitaria, un día una compañerita llegó vistiendo un "hábito" el maestro nos empezó a hablar del artículo 3°, del laicismo en la educación, etc... etc... acto seguido le dice a la niña que no debía ir vestida así a la escuela, que le daría permiso de irse a su casa y que no regresara hasta que dejara de utilizar su "hábito".

A la mañana siguiente la niña volvió a la escuela con su "hábito" puesto, el maestro muy molesto la regresa a su casa y la niña se va llorando, pasan pocos minutos y a lo lejos observamos a varias personas que se aproximan a la escuela, era la niña acompañada de sus papás, sus abuelos, sus tíos, algunos hermanos y hasta un perro.

Sucedió lo mismo, no hubo discusiones y si una larga explicación del profesor a la familia sobre el Artículo 3° Constitucional, su laicismo, gratuidad y obligatoriedad, las "sanciones" de que sería objeto si sorprendían a la niña en el aula vestida así en una visita de "supervisión" (Cosa muy rara en aquel entonces).

La familia regresó a su casa convencida de las explicaciones del profesor quién ganó el conflicto no por el Artículo 3°, sino gracias al arraigo y liderazgo que tenía en la comunidad donde sus miembros lo respetaban.

El encabezado

Recuerdo que en el año de 1989 un amigo fue a mi trabajo y me preguntó si quería cubrir un interinato en un CBTIS, recuerdo que lo único que me dijo fue si contaba con título y cédula profesional como requisito indispensable.

Fue así como empecé a dar clase de metodología de la investigación II a los grupos de cuarto semestre de las especialidades de combustión interna, conservación de alimentos, electrónica y contabilidad.

La actividad final era una sencilla investigación documental en la cual utilizarían algunas herramientas vistas a lo largo del curso, les señalé que el trabajo debería contar con un encabezado con el título del tema de investigación.

No se me olvida cuando después de varios días de entregados los trabajos, llegó un alumno que se caracterizaba por su morosidad para cumplir con las tareas encomendadas, llegó pidiéndome que le aceptara su trabajo, recuerdo que hasta me dijo:

-Mire profe, hasta le puse "encabezado" y que me señala en la primera página en la parte superior del trabajo donde aparecían una letras mayúsculas muy grandes que decían:

E N C A B E Z A D O

El niño y su curiosidad

Me contaba mi abuelo (QEPD) que hubo en su comunidad una maestra rural que se asistía en las casas de los miembros de la comunidad, ahí recibía su alimentación, era madre soltera y tenía un hijo de 5 años, un día estaba en una casa comiendo cuando un niño hijo de la señora que la asistía tratando de tomar un jarrón lleno de galletas lo tiró al piso y se rompió, la señora muy molesta lo reprende a gritos y le da unas "nalgadas", la maestra le dice a la señora que no debe pegarle al niño que su naturaleza es la curiosidad, que el niño se la pasa "investigando" en su entorno.

Días después la maestra se encontraba comprando frutas y verduras con un comerciante ambulante que vendía en una camioneta vieja, sin darse cuenta la camioneta arrancó y el hijo de la maestra se fue prácticamente "colgado" de la caja de la camioneta y la maestra se fue corriendo tratando de rescatarlo, al alcanzarlo lo bajó de la camioneta al tiempo que le daba unas "nalgadas" a su hijo, mi abuelo fue testigo del hecho y nos contó que pensaba decirle a la maestra:

-No le pegue maestra, la naturaleza de los niños es la curiosidad, su hijo andaba "investigando"

Una emoción auténtica

Un día nos avisaron que un profesor-alumno de licenciatura en la modalidad semipresencial del Plan 85 había sufrido un accidente y que ya no iba a poder continuar sus estudios, el coordinador tomó la decisión de que fuéramos todos los asesores hasta Gómez Farías a visitarlo y a exhortarlo para que continuara la licenciatura en la modalidad a distancia, llegamos a su casa y se veía desmejorado pero convaleciente de su accidente.

Recuerdo que al llegar lo saludamos, platicamos con el sobre la propuesta de continuar estudiando a distancia la licenciatura y las facilidades que le otorgaríamos para que continuara sus estudios, al final el coordinador de la subsede le hace entrega del paquete de antologías y el alumno suelta el llanto al recibirlas, eso nos conmovió a todos esa tarde pues nunca habíamos visto en nuestros años de trabajo, a un alumno emocionado hasta las lágrimas al recibir sus materiales de estudio.

El homo sapiens

Un día me contó mi hijo quien es profesor de sexto grado en un colegio particular, que le asombran las preguntas que a veces hacen sus alumnos, me platicaba que estaban hablando sobre el tema de la evolución del hombre y que un niño preguntó el significado del homo sapiens y el le contestó que provenía del latín, y que su significado era "homo" hombre y "sapiens" sabio, dice que les comentaba en clase que era una especie del orden de los primates perteneciente a la familia de los homínodos, y que nos parecíamos mucho a ellos, casi terminaba de explicarles, cuando otro niño lo interpela y le pregunta: ¿A ver profe y el homo sexual? ¿También todos nos parecemos a él o somos como él?

El interés de los niños

En cierta ocasión comentaba un profesor-alumno de la universidad que cuando estudiaba un curso sobre desarrollo del niño, su maestra le dijo que debía trabajar conforme a los intereses y las necesidades del niño.

El profesor aplicando la recomendación de su maestra dijo que llegó el lunes a clases muy temprano y lo primero que hizo fué preguntarle a sus alumnos:

-¿Que quieren hacer hoy niños?

-¡¡jugar futbol profe!! Gritaron los chicos muy entusiastas, llegó el martes y lo mismo, la clásica pregunta y la obvia respuesta de los niños, así pasó la semana hasta que el viernes lo cuestiona el director por su estilo poco ortodoxo de trabajar, le da tremenda regañada y le pide que no se vuelva a repetir lo que había estado observando durante la semana.

Al final el profesor termina diciendo que su director no lo comprendía y que era muy anticuado y "tradicionalista" en su forma de dirigir la escuela.

Cuando el interés tiene pies

Hace tiempo cuando inicié mis actividades docentes en una escuela de nivel medio superior en el municipio de Santander Jiménez, recuerdo que la Dirección General nos invitó a un curso sobre "Actualización Didáctica" a los docentes de la zona centro Jiménez, Llera y Ciudad Victoria siendo ésta última la sede del curso.

Durante varios sábados asistimos si acaso una veintena de profesores al curso al que fuimos convocados, cuando el curso concluyó a la quincena siguiente a quienes participamos en él nos llegó un bono por concepto de "Superación Académica".

Nuevamente la Dirección General anunció un nuevo curso titulado "Metodología de la Enseñanza" el primer sábado no cabíamos en el aula pues llegaron más de 60 compañeros "interesados" en el curso, cuando el curso concluyó, a la quincena siguiente ya no apareció el concepto ni la gratificación por la "superación académica". Excelente lección del Director General.

Sin autoridad moral

En cierta ocasión estaba entregando las calificaciones al finalizar un curso a un grupo de licenciatura en la Universidad, una de mis alumnas (maestra de primaria) me dijo que no estaba de acuerdo con su calificación de 9 y reclamaba un 10, le expliqué los criterios de evaluación planteados al inicio del semestre y de sus "fallas" en algunas actividades tanto previas como de desarrollo.

La maestra-alumna empezó a llorar en el aula, era tanta su preocupación que le dije que se quedara al final de la sesión para platicar del asunto, cuando ya todos los alumnos abandonaron el salón la llamé y le pregunté el porqué de su preocupación a lo que ella contestó:

-Profe es que si yo saqué un 9, no voy a tener autoridad moral para exigirle a mis hijas que saquen un 10 en la escuela!!

El niño artillero

Cuándo era niño, me platicó mi papá (+) que había estudiado en una escuela primaria rural que llevaba por nombre "Niño artillero" la cual estaba ubicada en una colonia agrícola de la frontera norte de Tamaulipas, contaba que cuando concluyó la primaria se fue a estudiar la secundaria a la cabecera municipal, platicaba que en el primer día de clases el profesor les pidió a todos que se presentaran y dijeran su escuela de origen.

Así fueron poniéndose de pié uno a uno diciendo su nombre y su escuela, cuando tocó el turno a mi papá dijo que él había estudiado en la escuela primaria "Niño artillero", al mencionar el nombre de su escuela varios niños se burlaron de él por el nombre tan "raro" de la escuela, el primero que pagó por los otros niños fue el más cercano a mi papá que recibió tremendo golpe en la cara.

Contó mi papá que cuando el profesor lo reprende por la falta cometida inmediatamente lo interroga por su acción en el aula, el sin tapujos le responde al profesor que de Narciso Mendoza "El niño artillero" nadie se burlaba.

Al final terminaba dándonos una lección de historia y del por qué de su admiración y "defensa" del "niño artillero".

Maestros de carrera

Cursaba un nuevo semestre en la Facultad de Ciencias de la Educación, recuerdo que todos estábamos muy atentos en la clase con el maestro y más cuando nos sentenció que en el futuro seríamos "maestros de carrera", nosotros nos sentimos muy importantes por el título que nos concedía, pero nuestro ánimo se vino abajo cuando remató diciendo: -Serán "maestros de carrera" porque andarán siempre a la "carrera" de una escuela a otra para completar sus horas de trabajo y su sueldo.

Acéfalo

Recuerdo que hace varios años laboraba en un plantel del nivel medio superior, estaba organizando junto con el grupo de alumnos una visita a un museo de la localidad, estábamos definiendo la manera de gestionar la entrada al mismo, cuando un alumno propuso enviar un oficio a la instancia de la cual dependía el museo, les comenté que eso no sería posible porque ahí estaba acéfalo (yo tenía conocimiento de que el director había renunciado y aún no nombraban al encargado del despacho).

Alcancé a escuchar cuando un alumno le pregunta a otro: ¿Quién es acéfalo? Y el otro contestó: ¡¡No sé, no lo conozco!!

El ciempiés

Recuerdo que un sábado por la mañana en que asistimos a laborar un grupo de asesores de la UPN a la Subsede de Jaumave Tamaulipas, acordamos llegar juntos a almorzar a un lugar que estaba en la orilla de la carretera casi frente a la oficina de Regionales.

En ese lugar llamado el "Mezquite" servían un menudo muy rico, al llegar los siete compañeros al lugar nos pregunta el dueño sobre lo que íbamos a pedir y todos al unísono le dijimos: -Queremos menudo con pata, y el hombre con la confianza que ya nos tenía nos contesta: -¡¡"Pérense" profes, maté una vaca no un ciempiés!! Vale decir que luego se disculpó con nosotros y nos dijo que era una broma

Lodo en la cabeza

Recuerdo que un día regresó nuestro hijo muy triste de la escuela primaria, cursaba apenas el cuarto grado y dijo que ya no quería estar en ese grupo, que su maestra era muy mala pues se la pasaba toda la clase diciéndoles que ellos tenían lodo en la cabeza, mi esposa y yo hablamos con nuestro hijo, le dijimos que el problema no era de él ni de sus compañeritos, que el problema era de la maestra.

Lo convencimos de que no abandonara el grupo y que no creyera ni tomara para si los comentarios negativos de la maestra, que él era un ser muy valioso y amado por sus padres, hoy en día nuestro hijo es un tecnólogo y máster destacado con un futuro promisorio, de la maestra no tengo ningún dato, no se si continúa repartiendo el lodo que carga en su cabeza o si ya se jubiló y lo reparte en su casa.

Cien veces sello

Cuando cursaba el 4° grado de primaria en una escuela unitaria en el medio rural, recuerdo que estábamos todos en el aula atentos a la clase del profesor cuando se escuchó el "tintineo" de una moneda caer al piso, inmediatamente se escuchó un grito en el fondo del salón, era José un compañero del grupo que a gran voz gritó: -¡¡Seo!! inmediatamente se escuchó la voz del profesor que preguntó: -¿Quién dijo eso? Al unísono respondimos todos los compañeros: -¡¡Fue José profe!! El profesor guarda silencio y enseguida lanza inmediatamente la tarea a José, para mañana: ¡¡100 veces sello!! Al final todos nos reímos de la "tragedia" sucedida a José.

El embarazo

Recuerdo que iniciábamos el primer curso en una maestría y el maestro responsable del curso el cual era un experto en las técnicas grupales, inició la sesión con la técnica de presentación por parejas, cada uno debería de platicar con su pareja a fin de que tuviera oportunidad de charlar sobre su modo de ser, sus gustos y aficiones personales, etc... etc... posteriormente cada uno presentaría ante el grupo a su compañero en función de la charla que tuvieron.

Inició el turno la primer pareja, su compañero la presentó, ella era una compañera que laboraba en una escuela normal, inició el compañero diciendo que a ella le encantaba leer, ir al cine, tener muchas amistades y al final dijo: Ah, se me olvidaba también está embarazada.

No había terminado de decir la frase cuando al fondo del salón se escuchó la voz del chistoso de grupo que gritó: -¡¡Se acaba de embarazar hace unos minutos!!

Para no aburrirme

Contaba un buen amigo y colega que cuando iniciaron la licenciatura en un grupo de la primera generación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UAT, les impartía un curso el Mtro. Olac Fuentes Molinar (Primer director de la Facultad), me platicaba que en una ocasión estaba el maestro en el aula tratando un tema sobre política educativa nacional, todos estaban muy interesados en la clase, pero en el rincón del aula estaba una alumna bien entretenida tejiendo una bufanda, llegó el momento en que el maestro Olac se dirigió a la alumna y le preguntó: ¿Cómo va con el tejido oiga? y ella le contestó: - Bien profe, aquí entreteniéndome para no aburrirme.

¿Título o grado?

Hace poco llegó un alumno a la Universidad y se me acercó para decirme que había terminado ya el plan de estudios de la maestría y que venía dispuesto a "titularse". Le respondí que lo sentía mucho pero que de la maestría nadie se titulaba, con cara de asombro cuestionó mi afirmación, quizá pensó que me estaba mofando de él o que le estaba diciendo que sería imposible que lo lograra.

Le expliqué que en la maestría no había título sino grado, que él no se "titularía" sino que obtendría un grado académico, cuando le di mi explicación el color volvió a su rostro y soltó una sonora carcajada.

La comida de rancho

Recuerdo que un sábado muy temprano nos dirigíamos a la Subsede Jaumave un grupo de asesores de la UPN para impartir asesoría a profesores-alumnos de licenciatura, nos desplazábamos en un vocho por la carretera vieja pues aún no existía la "Rumbo nuevo", cuando empezamos a ascender por la carretera se ponchó un neumático del vehículo, no traíamos refacción y decidimos regresar caminando a la ciudad para buscar apoyo, poco antes de entrar a la ciudad vimos un negocio de almuerzos al pié de la sierra, nos llamó la atención pues en su publicidad decía: "COMIDA DE RANCHO", llegamos con mucho apetito al negocio y preguntamos sobre el menú, notamos la cara de preocupación del encargado cuando se disculpó diciendo que aún no tenían la comida pues la andaban trayendo de: ¡¡CIUDAD VICTORIA!!

Mi Maestro Ernesto Méndez (+)

Recuerdo que en una ocasión al finalizar un semestre de licenciatura, los alumnos de la Subsede Mante de la Universidad Pedagógica Nacional nos invitaron a un convivio que organizaron en el ejido la Alberca del municipio de Ocampo, fue una convivencia muy bonita, una tarde agradable e inolvidable, recuerdo que ya estaba anocheciendo cuando algunos alumnos piden a un compañero asesor que dirija unas palabras al grupo de alumnos ahí reunidos, el maestro se sube a una banca de concreto e inicia su discurso con gran elocuencia, al final concluyó señalando lo siguiente:

"... A veces no nos gusta lo que nos pagan, pero nos gusta lo que estamos haciendo y eso es siempre lo más importante".

Cuánta razón tenía el Mtro. Ernesto Méndez cuando sentenció con esa frase el cierre de su discurso.

Descanse en paz mi maestro y amigo Ernesto Méndez Estrada

A medias aguas

Finalizaba un curso impartido por una Dra. cubana a un grupo de estudiantes de posgrado en la Universidad, al cierre la doctora propuso evaluar el curso en tres momentos: Antes, durante y al final, para eso colocó al frente del aula tres sillas y dijo que pasaría cada integrante del grupo y se sentaría en cada silla iniciando con "antes del curso" luego "durante el curso" y por último "al final del curso" la instrucción señalaba que deberíamos evaluar como nos sentimos en cada momento con una sola palabra. Pasó el primer participante y al sentarse en la primera silla dijo: -"Expectante" luego se sentó en la siguiente silla y dijo: -"Expectante" posteriormente pasa a la última silla y dice: "A medias aguas"

Ovidio Morán

Me contó un día un amigo que en cierta ocasión asistió a un congreso de investigación educativa que se llevó a cabo en la Ciudad de Reynosa Tamaulipas, al congreso asistieron algunos maestros a compartir sus experiencias investigativas, lo que mas llamó la atención de mi amigo fue la intervencion de una maestra que en varias ocasiones citó a un investigador para muchos desconocido, no se cansaba la maestra de repetir:

-Ovidio Morán afirmó, Ovidio Morán dijo, según Ovidio Morán, los aportes de Ovidio Morán señalan que... No fue sino hasta que citó el título de una de sus obras (Docencia e investigación en el aula. Una relación imprescindible) cuando mi amigo se dió cuenta que a quien se refería la maestra no era otro que el DR. PORFIRIO MORÁN OVIEDO y de que el tal OVIDIO MORÁN no existía mas que en la confundida mente de la maestra

Rosas Solano

Estábamos concluyendo un curso de metodología de la investigación en un aula universitaria, cuando el maestro preguntó al grupo-clase acerca de nuestras impresiones sobre el curso, rápidamente una compañera levanta la mano solicitando su participación y dice:

-Me gustó mucho el curso, pero más me gustaron los aportes que plantea el autor Rosas Solano en su libro "Guía para realizar investigaciones sociales" algunos compañeros nos "codeamos" unos a otros, otros se limitaron a sonreír discretamente. No había ningún autor con esos apellidos, el autor era el Dr. Raúl Rojas Soriano

La maestra asesina

En cierta ocasión me encontraba entregando las evaluaciones a mis alumnos al finalizar un curso de maestría en una Subsede, cuando se me acerca una alumna que había tenido muchas ausencias en el curso para hablar conmigo por su calificación reprobatoria, me cuenta una triste historia acerca de la enfermedad y muerte de su padre, le comenté que lo sentía mucho pero que el acta ya estaba elaborada y capturada en el sistema.

Al llegar a la Universidad era tanto mi sentimiento de culpa que lo descargué compartiéndolo con mi compañero de cubículo contándole la historia de la maestra y mi proceder con ella, al terminar de contarle la historia mi compañero me preguntó el nombre de la maestra y al momento de decírselo me dijo: -No te sientas mal colega ¡¡Esa maestra también fue mi alumna en otro curso y creo que ya casi mató a toda su familia!! Finalmente la maestra desertó (Quizá ya no había mas familiares a quien matar)

Juárez y su honestidad

En los pasados festejos en conmemoración del natalicio de Juárez en una escuela de nivel medio superior, me platicó una amiga que al cierre del evento el director tomó el micrófono para hablar sobre Juárez y su honestidad, señaló que era un gran admirador de Benito Juárez y para eso refirió una anécdota que dijo había escuchado sobre el prócer: -Un día estaba Benito Juárez en una cena de gala, lo acompañarían su hija y su yerno, pero como se les había hecho tarde, se dirigían en su auto a gran velocidad al evento y con las prisas se pasaron un semáforo, al instante los detuvo un agente de tránsito y los infraccionó. Ellos le platicaron el motivo de la prisa y su relación con Juárez y el agente repentinamente rompe la boleta de infracción y les pide que vayan a su compromiso. Al llegar tarde al evento cuentan a Juárez el incidente a lo que Benito muy indignado pide el nombre del agente de tránsito para despedirlo al día siguiente y a ellos les pide retirarse de la cena pues son indignos de estar ahí -Así de honesto era Benito Juárez, señala el director al final de su anécdota.

Termina su participación el director y los estudiantes se dirigen al aula y aún asombrados le preguntan a la maestra: ¿Oiga maestra, ya había semáforos, automóviles y agentes de tránsito en los tiempos de Juárez?

El mayor de la casa

Mi esposa labora desde hace ya muchos años en una Biblioteca Pública como Responsable de la Sala Infantil y es quien se encarga de atender el programa de "Visitas Guiadas", a la Biblioteca llegan muchos grupos de niños de todos los niveles escolares, en una ocasión llegó un grupo de preescolares y al iniciar la visita, tratando de aplicar una técnica "rompe-hielo" le preguntó a un niño cuántos años tenía, el niño le respondió que tenía 5 años, al preguntarle si él era el mayor de su casa el niño rápidamente le contestó: -¡¡No, el mayor es mi papá!!

Haciendo un peréntesis

Me encontraba coordinando un curso de maestría en la Universidad cuando un alumno levanta la mano para participar, enseguida inicia su intervención, hubo un momento en que tocó un tema nodal y yo en mi afán de ampliar su comentario lo interpelé y le dije que haría un paréntesis para ahondar en el tema, luego de unos minutos hablando sobre el tema me dice su compañero de a lado, -"Profe, dice mi compañero que si ya cerró el paréntesis o aún no" (Me había emocionado tanto con el tema que había olvidado al alumno que había interpelado)

Se puede negociar

Iniciaba el semestre en un grupo de licenciatura en la universidad y me acompañaba en el aula el coordinador académico, un alumno preguntó si habría puente pues se acercaba un día festivo y el coordinador respondió que se podía "negociar" el día. Alcancé a escuchar cuando en tono de burla un alumno dijo a su compañero de a lado: ¿Tienda o que?

Con el paso del tiempo el alumno llegó al cargo de secretario de conflictos en el sindicato de maestros, creo que hasta entonces le quedó muy claro el término "negociar"

Las siete tesis equivocadas

Recuerdo que estudiaba el 5° Semestre en la Universidad, nos encontrábamos en la clase de teoría política y el maestro se disponía a hacer el cierre de la clase señalándonos lo siguiente:

-Para la próxima sesión vamos a estudiar "Las siete tesis equivocadas sobre américa latina" de Rodolfo Stavenhagen, apenas terminaba el maestro de hacer el comentario cuando una compañera del grupo lo increpó preguntándole:

-Profe pero, ¿para qué las estudiamos si están equivocadas?

La evaluación subjetiva

Hace ya algunos años, en un grupo de maestría el maestro entregó las evaluaciones a todos los alumnos que cursábamos su materia, todo iba muy bien hasta que un compañero del grupo, inconforme con su calificación hizo un fuerte reclamo al maestro diciendo a viva voz en el aula:

-¡¡No cabe duda que la evaluación es muy subjetiva!!

Inmediatamente se escuchó la respuesta del maestro quién sin pensarlo dos veces contestó:

-¡¡Efectivamente, la evaluación es muy subjetiva, te iba a poner un 8 y te puse un 9!!

Un silencio sepulcral invadió al aula y el compañero no hallaba dónde esconderse ante la certera respuesta del maestro.