Recuerdo que un día regresó nuestro hijo muy triste de la escuela primaria, cursaba apenas el cuarto grado y dijo que ya no quería estar en ese grupo, que su maestra era muy mala pues se la pasaba toda la clase diciéndoles que ellos tenían lodo en la cabeza, mi esposa y yo hablamos con nuestro hijo, le dijimos que el problema no era de él ni de sus compañeritos, que el problema era de la maestra.
Lo convencimos de que no abandonara el grupo y que no creyera ni tomara para si los comentarios negativos de la maestra, que él era un ser muy valioso y amado por sus padres, hoy en día nuestro hijo es un tecnólogo y máster destacado con un futuro promisorio, de la maestra no tengo ningún dato, no se si continúa repartiendo el lodo que carga en su cabeza o si ya se jubiló y lo reparte en su casa.
En la época actual y con tantísimos cambios y modificaciones que ha sufrido la currícula debemos como docentes tomar lo más adecuado para nuestros alumnos, si queremos sembrar frustración estamos dando servicio x cumplir con un sistema que hasta ahorita no ha dejado de sufrir cambios y modificaciones , debemos tomar en cuenta como buenos profesionistas cada ser humano como un individuo pensante capaz de actuar sobre el objeto de conocimiento que vale por el hecho de existir y ser parte de una cultura, nuestros alumnos son lo que nosotros deseamos unos seres pensantes o simplemente receptores de una escuela poco innovadora carente de principios pedagógicos humanistas enfocados al desarrollo del individuo como ser y como miembro se una sociedad. Lauris Rodríguez
ResponderEliminarBueno es vdd cada quien reparte lo que tiene para fortuna de algunos los padres los apoyan y para desgracia de otros siguen igual y asi como hay maestra con lodo hay quienes no lo tienen y ayudan en todo a sus alumnos y a los padres de estos
ResponderEliminarCon el tiempo que tengo frente a la docencia me podría definir como una maestra que le gusta un grupo disciplinado, si recurro a tener siempre reglas que nos lleven al orden, pero nunca de manera ofensiva, ni discriminatoria, mucho menos con expresiones que marquen en un momento de arranque o ira personal a mis alumnos. Cuido mucho mis expresiones para con ellos, sobre todo mis palabras pues estoy consiente de que estas son poderosas y en lo personal, repudio esas palabras ofensivas, pues tengo hijos y también fui niña.
ResponderEliminarCon respecto a los qhe estamos leyendo y muy parecida a su anécdota me sucedió algo parecido en mi carrera iba en 3er semestre y una materia de la especialidad no podía con las prácticas las cuales valían la mayor calificación comentando con el profe que me daba la materia le preguntaba que me dijera el por qué o dónde estaba mi error para poder entregar y su comentario fue que no era yo para esa carrera que mejor me saliera de ella que me cambiará a otro mas sencilla que jamás iba a poder y que si batallaba en ese semestre sería peor más adelante y jamás me dio soluciones cada que iba a revisar era lo mismo ya a unos días de cerrar semestre un amigo me vio y se puso a revisar lo que tenía hecho noto que sobre una placa donde hacía mis trabajos estaba mal colocada y le acomodo me explico por que no debería ir así como la tenia y en ese mismo día fui con el profesor y entregue todas las practicas del semestre y como uno no es tan serio como parece le recordé su comentario de que no servía yo para la carrera y que al parecer no era yo el del problema y pues gracias a Dios ahora soy ingeniero en la carrera que me gusta aprendí gracias a zdp que fue mi amigo con su conocimiento cognitivo de la materia
ResponderEliminarSu anécdota me remonta a mi educación primaria de la cual solo puedo rescatar que los dos primeros grados que cursé fueron los mejores para mí, el resto de ellos lamentablemente me encontré con figuras de maestros nada positivas que aún hoy se siguen viendo. Nunca quise ser maestra pero cuando tomé esta decisión tenía claro que no sería del montón o una más. Siempre he sabido que la educación primaria es un pilar donde depositamos tanto buenos recuerdos en nuestros alumnos como buenas bases para lo que deseen hacer en un futuro.
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