Historia de mi vida

Hace mucho tiempo hubo una maestra en mi escuela que tenía un modo muy particular de dar clase, llegaba al aula, se sentaba en la silla de su escritorio y comenzaba hablar del tema, el tema se ampliaba mucho pues verbalizaba en exceso y finalmente empezaba a tomar otra ruta ya que terminaba platicándoles a los alumnos acerca de su vida, sus penurias y avatares enfrentados.

En cierta ocasión estaba yo en clase con el grupo cuando de repente salió el tema de la maestra en mención, un alumno se quejaba de que casi no veían contenidos acerca del curso pues la maestra se la pasaba hablando sobre su vida, recuerdo que le pregunté al alumno el nombre del curso que impartía la maestra y el contestó con cierto sarcasmo: Parece que el curso de llama "Historia de mi Vida", al terminar de decirlo el resto de sus compañeros soltaron tremenda carcajada.

Escuchado en el receso

 La mayoría de mis alumnos en la Universidad son profesores en servicio, en el receso ellos se reúnen a almorzar en grupos, en una ocasión me invitaron a almorzar y empezaron a charlar sobre asuntos de la vida cotidiana.

En eso estaban cuando se agregó otro alumno sonriendo y dijo: -¿Oigan a que ni saben lo que nos pasó ayer en la fila del Banco cuando fuimos a cobrar nuestros cheques? ¿Recuerdan que la Secretaría de Educación nos pagó un bono extra? Pues estábamos todos en la fila muy contentos comentando sobre ese bono y una señora que estaba atrás de nosotros se nos quedaba viendo y escuchaba atenta la plática.

Finalmente se atrevió a preguntarnos: ¿Oigan profesores, porqué ustedes traen dos cheques y yo sólo traigo uno? Nosotros le respondimos que nos habían pagado un bono extra, todavía no terminábamos de decir eso cuando la señora dice: - ¡Hijo de su... Me las va a pagar el muy desgraciado!! y que se da la media vuelta y que sale echando chispas del Banco.

La maestra Vicky

Llegó a la comunidad a laborar en mi escuela primaria, yo recién ingresaba a la escuela a primer año, era una maestra muy atenta y se llevaba muy bien con todos los padres de familia y miembros de la comunidad.

Quizá por ser el más pequeño en el grupo ella me decía "pajarito", en una ocasión se me acercaron unos compañeros de otro grado y llevaban a un niño que estaba en primero conmigo, me preguntaron que si le entraba a los golpes con él y yo inocentemente les contesté que si, el otro niño se puso a llorar y la maestra Vicky me llamó la atención con voz fuerte.

Después quien empezó a llorar con mucho sentimiento fui yo, me fui a una esquina del salón sollozando, hasta que alguien se me acerca por mi espalda, me abraza y me dice con mucho cariño "Ya no llores pajarito, perdóname por haberte regañado".

Ese recuerdo de la maestra Vicky lo guardo con mucho cariño en mi corazón, ese recuerdo me hizo buscarla para agradecerle por haber sido mi maestra de primer año.

Los cotorros

Estudié la primaria en una escuela unitaria del medio rural que llevaba por nombre "Niños Campesinos", eran los inicios de la década de los setenta, recuerdo con agrado a mi maestra de primer año, en la comunidad le decían la maestra Vicky, a la que no recuerdo con mucho agrado fue a mi maestra de segundo.

Cuando la maestra Vicky cambió de escuela recuerdo que le lloramos mucho, pero más lloramos con la maestra que llegó, se llamaba Clotilde y era una experta en el manejo de la regla y el metro, la maestra era morena pero por su forma de ser recuerdo que hasta se ganó el mote de "la maestra negra".

No olvido aquella ocasión, era el primer lunes de honores e iniciaba el ciclo escolar con nosotros, al finalizar la ceremonia siempre nos formábamos en fila para ingresar ordenadamente al salón, cuando la maestra dio la orden de tomar distancia todos lo hicimos a la vieja usanza poniendo nuestra mano derecha sobre el hombro de nuestro compañero de adelante.

Apenas vio la maestra la mano puesta sobre el hombro del compañero y que suena un reglazo en los nudillos de la mano de mi compañero de enfrente y gritó muy fuerte: ¡¡La distancia se toma con la punta de los dedos no con toda la mano, no son cotorros!! No olvido el rostro de dolor de mi compañero y las lágrimas que soltó en silencio.

A la distancia yo tampoco olvido a la maestra Clotilde, tampoco olvido la manera poco ortodoxa en que nos enseñó a "tomar distancia", a veces pienso que el mote de "la maestra negra" se lo ganó a pulso repartiendo reglazos a diestra y siniestra por todo el salón sin distingo de color, edad o género.

Los Kamikazes

Me platicó un amigo que un día en su escuela las relaciones de poder dieron un vuelco y tocó el turno a quien dirigía los destinos de la institución, obvio que nadie se quiere ir así tan fácil y por la puerta de atrás, sin embargo las "patadas de ahogado" no sirvieron de nada y todo se consumó.

Con el nombramiento del nuevo director, empieza el reacomodo en la institución y las negociaciones al interior, pero la autoridad saliente no da su brazo a torcer, al parecer más por orgullo y sed de venganza que por la escuela, su destino y su grupo.

En cierta ocasión la autoridad saliente llama al menguado grupo para intentar una asonada en contra del nuevo director, ya tenía todo un plan trazado para hacer daño, la toma de la escuela, cadenas, candados, mantas y algunos medios "chayoteros" para hacer el ruido necesario.

Cuando concluye la reunión, un compañero muy comprometido con el grupo se dirige a otro y le dice: Oiga compañero, yo creo que debemos platicar, yo no estoy de acuerdo en andar de Kamikaze por el simple hecho de satisfacer deseos de venganza que no nos llevarán a buen puerto, sobra decir que ahí quedo todo y que al final no fructificó el revanchismo enfermizo de quien nunca entendió que debía dar vuelta a la página y reescribir la historia.

La liebre

Recuerdo que cursaba el tercer grado en una escuela primaria unitaria de un municipio fronterizo, no olvido aquella ocasión en que el maestro preguntó al grupo sobre el nombre de algún animal que no fuera doméstico, uno de los niños levantó rápido su mano y dijo que LA LIEBRE, acto seguido le pidió al niño que pasara al pizarrón y que escribiera una característica de la liebre, el niño pasó al pizarrón y escribió la palabra AJIL, al observar el profesor el error le pide que la corrija y escribe ÁXIL, finalmente un segundo niño pasa y lo escribe correctamente.

Posteriormente, el maestro dice al grupo: Pongan atención, si el coyote aulla, la gallina cacarea y el cuervo grazna... ¿Que hace la vaca? -¡¡La vaca BRAMA profe!! contestó el mismo niño que había escrito que la liebre era AJIL, sólo recuerdo que el profe dijo con cara de desánimo: -Bueno vamos a pasar a otro tema.