Su nombre era Julián, pero desde la secundaria le decían el negro, ya en la preparatoria Julián era muy conocido y apreciado por los maestros pues muchos de ellos laboraban tanto en la secundaria como en la preparatoria que estaba cruzando la calle.
En cierta ocasión, un maestro muy amigo de Julián le grita: ¡¡Tráeme un café, negro!!, rápido Julián se dirige a las oficinas a traer el café al profesor, cuando llega al salón y entrega el café, el profesor le reclama pues le trajo el café negro, Julián le dice al profesor que él muy claro escuchó que quería un "café negro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario