Alumno prevenido

Hace tiempo trabajaba con un grupo de licenciatura en modalidad semiescolarizada, recuerdo que éramos 4 asesores los que atendíamos el semestre, en la fiesta decembrina los grupos acostumbraban a organizar una comida con sus asesores antes de salir de vacaciones, en esa ocasión así lo hicieron, un compañero maestro asesor de otro grupo que no organizó festejo fue invitado a convivir con mi grupo.

Recuerdo que un alumno de mi grupo cuestionó a su compañero que había invitado al maestro del otro grupo diciéndole: Oye, ¿Porqué invitaste al maestro del otro grupo si él no nos da clase?

El alumno cuestionado respondió inmediatamente muy ufano: ¡¡Pero nos puede dar el siguiente semestre!

Señalando el ocaso

En cierta ocasión mientras me dirigía a impartir clase a un grupo de licenciatura, me alcanzó un compañero y me hace la siguiente pregunta:

-Oye Jorge, ¿Cómo le haces para ir a clase con esa mirada de satisfacción en tu rostro?

Entonces señalando el sol que se ocultaba tras la sierra madre oriental me dijo:

-Yo ya estoy allá, como ese sol en el ocaso.

Nos despedimos y continué mi camino hacia el aula donde me esperaban mis alumnos.

Mi amigo me hizo recordar la sentencia de Og Mandino: A veces cuando una persona muere, deberían poner una inscripción en su lápida que diga: "Murió en el año de 1980 y fue sepultado en el año 2019"