Desde la escuela primaria hasta que concluí la universidad he vivido infinidad de situaciones y sucedidos que guardo en mi memoria, otras tantas las he vivido y escuchado ya en el ejercicio cotidiano de mi labor docente, en éste espacio les comparto algunas de las anécdotas más significativas en mi transitar tanto en las aulas como fuera de ellas.
Mis anécdotas
miércoles, 14 de agosto de 2019
La comida de rancho
Recuerdo que un sábado muy temprano nos dirigíamos a la Subsede Jaumave un grupo de asesores de la UPN para impartir asesoría a profesores-alumnos de licenciatura, nos desplazábamos en un vocho por la carretera vieja pues aún no existía la "Rumbo nuevo", cuando empezamos a ascender por la carretera se ponchó un neumático del vehículo, no traíamos refacción y decidimos regresar caminando a la ciudad para buscar apoyo, poco antes de entrar a la ciudad vimos un negocio de almuerzos al pié de la sierra, nos llamó la atención pues en su publicidad decía: "COMIDA DE RANCHO", llegamos con mucho apetito al negocio y preguntamos sobre el menú, notamos la cara de preocupación del encargado cuando se disculpó diciendo que aún no tenían la comida pues la andaban trayendo de: ¡¡CIUDAD VICTORIA!!
domingo, 11 de agosto de 2019
Mi Maestro Ernesto Méndez (+)
Recuerdo que en una ocasión al finalizar un semestre de licenciatura, los alumnos de la Subsede Mante de la Universidad Pedagógica Nacional nos invitaron a un convivio que organizaron en el ejido la Alberca del municipio de Ocampo, fue una convivencia muy bonita, una tarde agradable e inolvidable, recuerdo que ya estaba anocheciendo cuando algunos alumnos piden a un compañero asesor que dirija unas palabras al grupo de alumnos ahí reunidos, el maestro se sube a una banca de concreto e inicia su discurso con gran elocuencia, al final concluyó señalando lo siguiente:
"... A veces no nos gusta lo que nos pagan, pero nos gusta lo que estamos haciendo y eso es siempre lo más importante".
Cuánta razón tenía el Mtro. Ernesto Méndez cuando sentenció con esa frase el cierre de su discurso.
Descanse en paz mi maestro y amigo Ernesto Méndez Estrada
jueves, 1 de agosto de 2019
A medias aguas
Finalizaba un curso impartido por una Dra. cubana a un grupo de estudiantes de posgrado en la Universidad, al cierre la doctora propuso evaluar el curso en tres momentos: Antes, durante y al final, para eso colocó al frente del aula tres sillas y dijo que pasaría cada integrante del grupo y se sentaría en cada silla iniciando con "antes del curso" luego "durante el curso" y por último "al final del curso" la instrucción señalaba que deberíamos evaluar como nos sentimos en cada momento con una sola palabra. Pasó el primer participante y al sentarse en la primera silla dijo: -"Expectante" luego se sentó en la siguiente silla y dijo: -"Expectante" posteriormente pasa a la última silla y dice: "A medias aguas"
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