Le comenté que mi verdadera preocupación no estribaba en eso, pues estaba seguro de mis conocimientos y experiencia en el campo de la pedagogía, le dije que mi verdadero temor era que llegara una persona con el grado de maestría con el cual yo no contaba, aún no olvido lo que me contestó en ese momento: "No te preocupes, no va a pasar nada, recuerda que partimos del principio de que a veces el grado no quita lo tarado" y soltó al final una carcajada, confieso que mi amigo me tranquilizó tanto que al final concursé y gané mi clave de 20 horas en la institución.
Desde la escuela primaria hasta que concluí la universidad he vivido infinidad de situaciones y sucedidos que guardo en mi memoria, otras tantas las he vivido y escuchado ya en el ejercicio cotidiano de mi labor docente, en éste espacio les comparto algunas de las anécdotas más significativas en mi transitar tanto en las aulas como fuera de ellas.
Mis anécdotas
sábado, 26 de marzo de 2022
Un principio muy singular
Corría el año de 1994, recuerdo que me encontraba charlando con un amigo en una banca en la explanada de mi centro de trabajo, había aparecido la convocatoria para concursar las claves de contrato, yo ocupaba una de esas claves y traía cierta preocupación pues estaba en juego mi trabajo, mi amigo notó mi preocupación y me comentó que no debía de preocuparme pues yo conocía el plan de estudios de la universidad, las líneas de trabajo y los contenidos de mi especialidad.
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